Es el siglo en que vivimos
de lo más original
el progreso nos ha dado
una vida artificial.
Muchos caminan a máquina
porque es viejo andar a pie,
hay extractos de alimentos
y hay quien pasa sin comer.
Siempre hablamos de progreso
buscando la perfección
y reina el arte moderno
en todita su extensión.
La chanchulla y la matufia
hoy forman la sociedad
y nuestra vida moderna
es una calamidad.
De unas drogas hacen vino
y de porotos café,
de maní es el chocolate
y de yerbas es el té.
Las medicinas veneno
que quitan fuerza y salud,
los licores vomitivos
que llevan al ataúd.
Cuando sirven algún plato
en algún lujoso hotel
por liebre nos dan un gato
y una torta por pastel.
El aceite de la oliva
hoy no se puede encontrar
pues el aceite de potro
lo ha venido a desbancar.
El tabaco que fumamos
es "habano pour reclam"
pues así lo bautizaron
cuando nació en Tucumán.
La leche se "pastoriza"
con el agua y almidón
y con carne de ratones
se fabrica el salchichón.
Los curas las bendiciones
las venden y hasta el misal
y sin que nunca proteste
la gran corte celestial.
Siempre suceden desfalcos
en muchas reparticiones,
pero nunca a los rateros
los meten en las prisiones.
Se presenta un candidato,
diputado nacional,
y a la faz de todo el mundo
compra el voto popular.
Se come asado con cuero
y se chupa a discreción
celebrando la matufia
de una embrollada elección.
Hoy la matufia está en boga
y siempre crecerá más
y mientras el pobre trabaja
y no hace más que pagar.
Señores, abrir el ojo
y no acostarse a dormir,
hay que estudiar con provecho
el gran arte de vivir.