Patio de la morocha que allá en el tiempo
tuvo frescor de sombras como el alero.
Sobre tu piso pobre ladrillos viejos,
junto a mi pecho triste sus ojos negros
diciendo adiós,
diciendo adiós ...
Con el recuerdo de este tango vuelvo a verla.
Con el recuerdo de este tango juguetón
que me habla de ella.
Tal vez el patio y el cedrón que me llamaba
y su carita de ilusión que se asomaba.
Y en el jirón de alguna
linda medialuna,
su cara bruna
que me miraba...
Feliz paisaje de vida
que duele como una herida.
Pobre retazo de sueño
que acaso no tenga dueño.
Si estaba el alma en pedazos,
cómo ingratos sus ojazos
cuanto más amor pidieron
se me fueron...
¡Muchacha criolla
del tiempo aquel!
Tango dulzón y orillero
que al corazón
le reprocha, cruel,
la ausencia de la morocha
y el viejo patio que quiero...
Sobre tu piso pobre,
ladrillos viejos.
Junto a mi pecho triste,
sus ojos negros
diciendo adiós,
diciendo adiós...